lunes, 9 de julio de 2012

Los servidores de Atenea....Parte 2


                  Como les dije la parte pasada, los cuatro caballeros de bronce juraron salvar a Atenea sin importar su vida.  Cuando Seiya dijo que la protegerían, Shiru pensó “si Seiya dice la verdad, entonces nada nos puede salir mal”. Pero se le cortó el sueño cuando Shon dijo
:-Pero si no sabemos casi nada de pelea. Tal vez, los caballeros de oro están en contra nuestra.
--Pfff..., si claro. Vos lo decís porque no tenés un maestro que te enseñe. A mí me conocen- le dijo Hyoga
.-No. Para. Tiene razón. Tenemos  que conseguir un instructor, alguien que nos enseñe más de lo que sabemos- intervino Shiru intentando parar algo parecido a una pelea difícil de terminar
.-¿Pero en dónde vamos a sacar algún caballero que nos enseñe? Nadie va a querer enseñar como pelear a unos caballeros de bronce- dijo Seiya 
                       En medio de todo ese nudo de discusiones, se escuchan pasos de alguien acercándose a ellos. No se dieron cuenta de estaban al pie de la entrada a los 12 templos. Alcanzaron a ver una extraña silueta justo en frente de ellos. Cuando pudieron ver quien era, lanzaron un grito tremendo.
-¡¡¡¡¡MU DE ARIES!!!!!-  Pasando la entrada de los templos, se ve la figura de un caballero de oro, pelo largo y rosado, ojos chicos y celestes y tenía un casco en su mano. Su rostro sombrío indicaba peligro. Pero no tenían de que temer. Mu los vio y los recibió con un cálido saludo.-¿Por qué en sus rostros se ve el miedo? No tienen por que temer. Sé por qué están aquí. Pero no los puedo dejar pasar
--¿Qué? ¿Por qué no?- dijo Hyoga furioso
-Lo escuché todo. Necesitan un maestro que los entrene y aquí me tienen. Es más, este templo es bueno para tutoriales con estos casos- dijo Mu Shon, con su aspecto de joven fiel, inocente y débil, preguntó:-¿Están los caballeros de oro contra nosotros?-  Al principio, Mu quedó un poco pensativo. Pero después realizó la  conclusión y dijo:
-Sí-,pero no puedo entrenarlos hoy. Está anocheciendo y este templo es muy inseguro. Tendrán que venir temprano mañana.              
                           Los 4 caballeros asintieron y volvieron a donde estaban charlando. Estaban por comenzar la más dura prueba: sobrevivir durante el viaje de las 12 casas.                                     Continuará… otra vez

Por Victoria Lorenzo 

sábado, 7 de julio de 2012

Para no dejar de ver!!!



Los servidores de Atenea (Las doce casas)

                              Empecemos por decir que había 3 tipos de caballeros en Grecia: los caballeros de bronce (los más bajos en poder), los de plata (intermedio) y los que obtenían una bellísima armadura dorada (los caballeros de oro, los mas fuertes de la región). Este
Trío vivía en armonía y paz entre ellos.

 Pero me re-adelanté. Esto pasó mucho después…

Ahora viene el verdadero principio…

                        Érase una vez, en la décima segunda casa, una pequeña bebita nació en manos de los dioses. Esta niña se llamaba Atenea, la diosa de la sabiduría y la honestidad. Ningún caballero tuvo la chance de cuidarla. Bueno, casi ninguno. Uno solo pudo lograrlo. Y este se llamaba Shura, del signo Capricornio. La quería como si fuese su hija y se le otorgó una armadura dorada para que pudiera protegerla de cualquier daño. Al finalizar el día, se la llevaba a su templo. 
                 Una noche fría de esas noches griegas, el alto sumo sacerdote (cuyo nombre no voy a decir ahora), fue con una daga de oro frente a la pequeña niña con la intención de matarla. Los sollozos de Atenea eran tan fuertes, que en ese mismo momento, un joven los escuchó y entró por la ventana como un rayo, tomó a la bebe y se la llevó lo más lejos posible de allí, del sacerdote y de Shura. Cuando por fin  logró estar a gran distancia, lejos del peligro, se detuvo a descansar y miró al bebé de reojo.
-¿¿¿QUIÉN QUERRÍA MATAR A UNA COSITA TAN DULCE COMO ELLA??? ¿Y...Por qué?- pensó el joven.

                          Luego, con el paso del tiempo, Atenea pasó de ser bebé a una joven hermosa con un pelo rosado y vestido blanco. Llevaba 2 artefactos con ella. En la mano derecha, llevaba la figura de Nique, la diosa  de la victoria. En la otra mano, un poderoso escudo de oro que la protegía de cualquier daño. Ambos objetos la llevaban siempre al triunfo.
                        Un año más tarde, se transformó en Reina de Grecia y recibió el nombre de “Saori-san” (no se porque).obtuvo la fidelidad de los caballeros de bronce, plata y oro.

                           Pasó más tiempo y los caballeros (en general) crecían y se hacían más fuertes cada vez. Aumentaron fuerza y resistencia y se hacían más invencibles.

                            Una mañana de esas, estaban sentados charlando Seiya, Hyoga, Shiru y Shon. Ellos eran los servidores más cercanos a Atenea y pelearon sacrificándose uno tras otro contra malévolas almas que querían arrebatarle la vida a Saori. En ese mismo momento, ninguno de ellos vio pasar una flecha de oro que, sin que se notara, apuntó sobre el corazón de Atenea. Ella cayó al piso sin decir palabra alguna. Al ver esto, Seiya y sus amigos se asustaron tanto, que empezaron a gritarse entre ellos mismos por aclarar a cual de ellos le hubiera tocado vigilarla. Se sintieron desleales porque  le habían jurado a Atenea (cuando ella sólo tenía 5 días de vida) que la salvarían de todo peligro e irían a luchar por ella contra quien la atacara  sin importar lo que les pudiera pasar.

                  Continuará....
Por Victoria Lorenzo, una de nuestras talleristas consagradas!!!Gracias Vic 
Paz