sábado, 7 de julio de 2012

Los servidores de Atenea (Las doce casas)

                              Empecemos por decir que había 3 tipos de caballeros en Grecia: los caballeros de bronce (los más bajos en poder), los de plata (intermedio) y los que obtenían una bellísima armadura dorada (los caballeros de oro, los mas fuertes de la región). Este
Trío vivía en armonía y paz entre ellos.

 Pero me re-adelanté. Esto pasó mucho después…

Ahora viene el verdadero principio…

                        Érase una vez, en la décima segunda casa, una pequeña bebita nació en manos de los dioses. Esta niña se llamaba Atenea, la diosa de la sabiduría y la honestidad. Ningún caballero tuvo la chance de cuidarla. Bueno, casi ninguno. Uno solo pudo lograrlo. Y este se llamaba Shura, del signo Capricornio. La quería como si fuese su hija y se le otorgó una armadura dorada para que pudiera protegerla de cualquier daño. Al finalizar el día, se la llevaba a su templo. 
                 Una noche fría de esas noches griegas, el alto sumo sacerdote (cuyo nombre no voy a decir ahora), fue con una daga de oro frente a la pequeña niña con la intención de matarla. Los sollozos de Atenea eran tan fuertes, que en ese mismo momento, un joven los escuchó y entró por la ventana como un rayo, tomó a la bebe y se la llevó lo más lejos posible de allí, del sacerdote y de Shura. Cuando por fin  logró estar a gran distancia, lejos del peligro, se detuvo a descansar y miró al bebé de reojo.
-¿¿¿QUIÉN QUERRÍA MATAR A UNA COSITA TAN DULCE COMO ELLA??? ¿Y...Por qué?- pensó el joven.

                          Luego, con el paso del tiempo, Atenea pasó de ser bebé a una joven hermosa con un pelo rosado y vestido blanco. Llevaba 2 artefactos con ella. En la mano derecha, llevaba la figura de Nique, la diosa  de la victoria. En la otra mano, un poderoso escudo de oro que la protegía de cualquier daño. Ambos objetos la llevaban siempre al triunfo.
                        Un año más tarde, se transformó en Reina de Grecia y recibió el nombre de “Saori-san” (no se porque).obtuvo la fidelidad de los caballeros de bronce, plata y oro.

                           Pasó más tiempo y los caballeros (en general) crecían y se hacían más fuertes cada vez. Aumentaron fuerza y resistencia y se hacían más invencibles.

                            Una mañana de esas, estaban sentados charlando Seiya, Hyoga, Shiru y Shon. Ellos eran los servidores más cercanos a Atenea y pelearon sacrificándose uno tras otro contra malévolas almas que querían arrebatarle la vida a Saori. En ese mismo momento, ninguno de ellos vio pasar una flecha de oro que, sin que se notara, apuntó sobre el corazón de Atenea. Ella cayó al piso sin decir palabra alguna. Al ver esto, Seiya y sus amigos se asustaron tanto, que empezaron a gritarse entre ellos mismos por aclarar a cual de ellos le hubiera tocado vigilarla. Se sintieron desleales porque  le habían jurado a Atenea (cuando ella sólo tenía 5 días de vida) que la salvarían de todo peligro e irían a luchar por ella contra quien la atacara  sin importar lo que les pudiera pasar.

                  Continuará....
Por Victoria Lorenzo, una de nuestras talleristas consagradas!!!Gracias Vic 
Paz

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