viernes, 31 de agosto de 2012

Punto de vista: El viento helado de la Cordillera


Adivina adivinador
A ver de qué estoy hablando yo
De día está el sol
Que les hace sentir calor
La máxima puede llegar a 30 grados
Y se mueren del sopor.

Pero de noche aparezco yo
Que soplo y soplo sin parar
Ten cuidado estoy silbando,
Y mucho frío te puede agarrar.

Sabés de que estoy hablando?
Del cruce de San Martín
Yo lo vi pasando valiente,
cuando soplaba por allí.

Pues saben quién soy yo?
El frío que se encontró
Ese valiente luchador
Con su ejército que seguro triunfó.
No fue a propósito que mi temperatura bajara
Pero fue sin querer, que a las mulas congelara.
No fue con una espada, menos con una granada,
Porque no puedo agarrar
Sino que soy sólo el viento que me dedico a soplar.
Pero no me culpen a mí, no soy culpable de nada,
Sólo les estoy contando, lo que hicieron a la patria
Los valientes granaderos que a San Martín acompañaban.

Cuando pasaron por allí, les juro que yo los vi
Con la intención de liberar, nuestra patria y las vecinas
Chile, Perú y convertirlas en libres
Como a Argentina.

Por Guadalupe Oviedo

Punto de vista: El sable corbo de San Martín



  •   El sable 


                       Hola soy el sable de el General San Martin me distingo por mis severas lineas ,como sencillez,tanto mi empuñadura como de mi vaina, soy carente  de oro arabescos y piedras preciosas. Mi largo total es de 0,95 mts y el de la hoja es de 0,82 mts. El peso de mi vaina es de casi 700 grs y yo peso 900 gramos  Mi empeñadura es de ébano. Soy de origen persa y me llevaron a Londres para que me vendan.El General Don José de San Martin me compró usado, antes de dejar España para embarcarse a America, su tierra natal


                       Tuve  muchas experiencias con el General, pero, tuve una que nunca voy a olvidar...Recuerdo que yo estaba descansando y San Martin estaba armando los planes para poder cruzar al Alto Perú exitosamente. Luego empezó a armar su ejercito. Despues de un largo tiempo, llego el gran día tan esperado por todo el mundo, yo, San Martin, Remedios de Escalada y los soldados. Empezamos nuestra expedición rumbo a Mendoza. En Mendoza las damas mendocinas confeccionaron la Bandera del Cruce de los Andes, mi mejor amiga, en toda esta expedición. Esto lo recuerdo como si  hubiese sido ayer... Y bueno, quien se va a olvidar de una aventura tan grande???

                      Un día cuando estabamos acampando en la cordillera recuerdo que mi amiga la bandera, estaba descansando, y vino un realista a atacar!!! Yo le avisé y ella inmediatamente empezó a flamear más fuerte que nunca y Don José sale, a ver que estaba pasando y ve al realista. Entonces me toma a mi y con mucha valentía, de parte de los 2, matamos al realista. Obviamente tuve que darme un baño. También me acuerdo que estábamos avanzando y Bayo, el caballo de San Martín, estaba nervioso porque no sabia cómo actuar al momento de la batalla y yo le dije que no se preocupara que obedeciera  las órdenes.

                        Pero lo que más queda en mi memoria es el momento cuando estabamos en la batalla de Chacabuco contra los realistas e íbamos avanzando galopando más rápido que nunca y de repente le grito a mí amigo el caballo que galopara más rapido que atacaríamos a un soldado realista. Finalmente no matamos a uno si no que a un montón, tantos que no recuerdo cuantos fueron exactamente. Todavía siento en mi puño, la mano firme del General.
                       Algo que nunca voy a olvidar es que nunca dejé de seguir mi sueño. Que era estar en una guerra por la independencia y con un General tan valiente y bueno como Don José de San Martín.
                       NUNCA DEBES QUE DEJAR DE SEGUIR TUS SUEÑOS!!!

Por Julieta Olascoaga 5to A

 

Punto de vista: Las botas del General San Martín


  • Botas


  1.  Hola, somos las botas de San Martín las que usó durante en el cruce de los Andes.

  •               Con mucho cuidado nos hicieron y las rodillas a mi dueño llegaba mi caña.Tuvimos el honor más grande que se pudiera otorgar a un par de botas de cuero. Mi dueño fue el General  José de San Martín!!!
  •                Un día antes de la salida a los Andes con mucho cuidado y dedicación nos lustró. Antes de que el General  se acostara nos puso en una caja que nunca había visto, era cómoda y lujosa. Al día siguiente San Martín temprano se levantó y de donde me encontraba  y nos sacó con total cuidado. Su  uniforme de un pequeño  armario descolgó y contento su pijama se cambió.  
  •              Confieso que nos asustamos cuando lo escuchamos decir que si no conseguía las mulas para el cruce de los Andes iría a pie.                
  •                  Con mucho orgullo su uniforme se puso cada día durante ese mes, era suave abrigado. Cuando en enero salieron con el ejército hacia los Andes nos pareció contar 9.281 mulas y 1.600 caballos, además mi General uno por uno todo lo revisó.
  •                   Todas las noches que estuvimos en los Andes mi dueño nos entregaba a un soldado que nos lustraba con mucha paciencia  y  amabilidad, pero juramos que nunca olvidaremos la lustrada del día 24 de enero de 1817. Desde nuestra caja escuchamos conversaciones de mi general con sus compañeros de aventura, todas estrategias para despistar a Marcó del Pont del otro lado de la cordillera, todos planes inteligentes y luego bien ejecutados. Nuestro dueño fue el mejor estratega que hubo, es lo que se comenta, nosotras podemos afirmarlo.
  •                   Llegamos a Chile el día 8 de febrero del 17 , después de Chacabuco quedamos destrozadas. Aquí termina mi  historia con historia porque al llegar a Chile San Martín por otro par de botas nos cambió. Todavía escuchamos sus pisadas.
Por Juan Baer 5to A
  •  

Punto de vista: El general Don José de San Martín



Memorias de un General
Hola, me quiero presentar, soy  José de San Martín...
He tenido muchas batallas, he cruzado los Andes y he triunfado muchísimas veces. Tuve un momento en el que estaba por morir, pero un granadero de mi ejército me salvó, ese héroe se llamaba 
Juan Bautista Cabral.
Durante años, he reclutado voluntarios y he entrenado con mucho rigor a las tropas de mi ejército.
En el cruce de los Andes, han sufrido muchos amigos, muchos de ellos murieron de frío también como las mulas, algunos de mis hombres también
morían por congelación, porque en los Andes de noche las temperaturas son muy bajas. 

Necesitamos muchísimos transportes, caballos y mulas, también fueron necesarios muchísimos  armamentos. Se fabricaron armas y demás
en un taller dirigido por Fray Luis Beltrán.
En el cruce de los Andes, tuvimos que subir a una altura de 4.500 mts. La altura máxima es 6.959 mts. del cerro Acongagua. En las cumbres hacía mucho frío, p
ero antes de subir, los soldados se aprovisionaron
de ropa, de abrigo, de calzados y de alimentos.
Estuve mucho tiempo pensando y planeando esta estrategia, dividí el ejército en columnas y cruzamos por diferentes pasos, para sorprender a los realistas.
El cruce se hizo en tres columnas, principales y otras secundarias.
El cruce lo hicimos por seis pasos diferentes.
La bandera de los Andes fue creada y diseñada por mí. Las amigas de mi esposa la confeccionaron bajo mi dirección.

Autor: Laureano Calocero 5°B


Puntos de vista: Una dama mendocina


UNA DAMA MENDOCINA

       Hola, me quiero presentar soy una dama mendocina que usa un bello vestido verde y naranja. Estoy armando y cosiendo una bandera celeste y blanca con un sol en el medio, junto a otras amigas que me ayudan con la bandera que el general San Martín nos encargó, para el cruce de los Andes. Parece que desde Chile tiene el plan de liberar a América. 
  Espero que le guste mi bandera. Muchos dicen que se San Martín inspiró mirando el cielo celeste, las nubes blancas y el hermoso y explendoroso sol amarillo.
 Me estoy divirtiendo, estoy tomando mate con mis mejores  amigas Melina, Martina y Paula, las tres queremos ayudar a Doña Remedios de Escalada, la esposa del General. Me doy cuenta no le he dicho mi nombre, yo me llamo Catalina, Catalina D´Elia Somoza.
  Estoy acá, en mi casa decorando la bandera con hermosas telas, las mejores que conseguimos. Remedios regaló las perlas de su collar para bordear los ojos del sol. Cuántas cosas verán esos ojos estando en batalla!!!

Por Catalina D´Elia Somoza 5to B

jueves, 30 de agosto de 2012

Puntos de vista: Remedios de Escalada


REMEDIOS DE ESCALADA
                      Hola me quiero presentar yo soy Remedios de Escalada y estoy muy enamorada de el general Don José de San Martín. Él acaba de llegar de España así que ahora me voy a preparar porque va a venir a mi casa y además el es re buen mozo. 
                        Yo tengo 14 años ya  sé que soy muy chica para el general San Martín, tiene más de 30!! pero casi todas las chicas de mi edad buscan novio para casarse.


                  El general será grande para mí pero igual yo lo quiero mucho. Él me trata tan bien que me enamoró, y mi papá al principio estaba bastante preocupado pero ahora siempre lo invita a todas las tertulias que tenemos y además las chicas están enamoradas de él y yo espero que él se enamore de mí. Si él se enamora de mí va a ser el mejor día de mi vida y también pienso que nos vamos a casar y vamos a tener muchos, muchos hijos LO QUIERO UN MONTÓN!!
              Además mi mamá me dijo que necesito a alguien más en mi vida que me proteja, que me quiera y que me ayude en lo que necesite. Y también él es muy valiente.
Creo que ya lo quiero un mucho.

  Por MELINA NORONHA 5°B

Puntos de vista: Sargento Cabral


CABRAL, SOLDADO HEROICO 

         Hacía poco mi General Don José de San Martín con el apoyo del Triunvirato había fundado el Regimiento de Granaderos a Caballo, mi regimiento. Esta es la historia de su bautismo de fuego.                                                             
                    El General sabía que los españoles irían por el Paraná hacia el convento de San Carlos para saquear lo que hubiese allí. Fue por eso que nos dividimos en dos grupos para atacar por dos frentes. Nos escondimos para no alertar al enemigo. Los realistas llegaron, San Martín miraba con su catalejo desde la espadaña y ordenó atacar. Nuestro líder, por un error de Bermúdez, avanzó primero. Bermúdez avanzó después, y mi General recibió dos cañonazos.                                  
                 Su caballo cayó y algunos realistas fueron como rayo para dejarlo fuera de combate. Algunos granaderos corrieron hacia él. Desmonté y rápidamente levanté su caballo para que saliera, estaba totalmente aplastado, solo no podía salir de aquella trampa mortal.                                                             
                  Los realistas dispararon, y caí. Sabía que San Martín criticaría a Bermúdez. Ahora sé que San Martín ganó la batalla, me ascendió a sargento y también que hasta hoy se entonan los versos que me honran: 
  
"Cabral, soldado heroico,
cubriéndose de gloria,
cual precio, la victoria,
su vida rinde, haciéndose inmortal.
Y así, salvó su arrojo,
la libertad naciente,
de medio continente,
honor, honor, al gran Cabral."                                                                                                               

                                                           Por Jenaro Suasnábar 5to A

Puntos de vista... El caballo de San Martín


El caballo de San Martín


Dibujo hecho por Manuel Morosini


                      Esto sucedió hace mucho tiempo, en 1816, creo que el mejor año de mi vida…
                        Estuve un tiempo en “El Plumerillo”, donde me preparaban, me daban la mejor comida: alfalfa fresca y agua transparente, me ejercitaban, hacían pruebas, muchas cosas porque necesitaban todo de mi  esfuerzo, responsabilidad y alegría.
                     Así fue como un día lo conocí a él, el más grande de la patria era firme y cariñoso, yo tenía que protegerlo en batalla.



                       Lo acompañé por un camino difícil, con el clima frío en las noches y muy caluroso de día, estaba mareado por las alturas de esas hermosas montañas por donde íbamos al trote o al paso, con herrajes bien puestos.
Las mulas parecía que no lo sentían tanto, y eso que llevaban carga, pero a nosotros, caballos de batalla, se nos notaba más, los granaderos, infantes y artilleros también sufrían con las alturas pero soportaban el esfuerzo con heroísmo. Mi jefe, tenía fe y esperanza y nada lo podía derribar qué orgullo ser el elegido para librar su patria, yo siempre a su lado en combate…
                 Llegamos a destino en febrero de 1817 y   en Chacabuco logramos ganar la gran batalla. Fue un honor y una gran felicidad.

             Hoy estoy junto a él en muchas partes del país en monumentos, calles, plazas y colegios.
Esta es mi historia, se las quiero compartir, soy Bayo el caballo de San Martín.



Manuel Morosini
5° “A” Colegio Jesús María
30/8/2012