Hola soy el sable de el General San Martin me distingo por mis severas lineas ,como sencillez,tanto mi empuñadura como de mi vaina, soy carente de oro arabescos y piedras preciosas. Mi largo total es de 0,95 mts y el de la hoja es de 0,82 mts. El peso de mi vaina es de casi 700 grs y yo peso 900 gramos Mi empeñadura es de ébano. Soy de origen persa y me llevaron a Londres para que me vendan.El General Don José de San Martin me compró usado, antes de dejar España para embarcarse a America, su tierra natal
Tuve muchas experiencias con el General, pero, tuve una que nunca voy a olvidar...Recuerdo que yo estaba descansando y San Martin estaba armando los planes para poder cruzar al Alto Perú exitosamente. Luego empezó a armar su ejercito. Despues de un largo tiempo, llego el gran día tan esperado por todo el mundo, yo, San Martin, Remedios de Escalada y los soldados. Empezamos nuestra expedición rumbo a Mendoza. En Mendoza las damas mendocinas confeccionaron la Bandera del Cruce de los Andes, mi mejor amiga, en toda esta expedición. Esto lo recuerdo como si hubiese sido ayer... Y bueno, quien se va a olvidar de una aventura tan grande???
Un día cuando estabamos acampando en la cordillera recuerdo que mi amiga la bandera, estaba descansando, y vino un realista a atacar!!! Yo le avisé y ella inmediatamente empezó a flamear más fuerte que nunca y Don José sale, a ver que estaba pasando y ve al realista. Entonces me toma a mi y con mucha valentía, de parte de los 2, matamos al realista. Obviamente tuve que darme un baño. También me acuerdo que estábamos avanzando y Bayo, el caballo de San Martín, estaba nervioso porque no sabia cómo actuar al momento de la batalla y yo le dije que no se preocupara que obedeciera las órdenes.
Pero lo que más queda en mi memoria es el momento cuando estabamos en la batalla de Chacabuco contra los realistas e íbamos avanzando galopando más rápido que nunca y de repente le grito a mí amigo el caballo que galopara más rapido que atacaríamos a un soldado realista. Finalmente no matamos a uno si no que a un montón, tantos que no recuerdo cuantos fueron exactamente. Todavía siento en mi puño, la mano firme del General.
Algo que nunca voy a olvidar es que nunca dejé de seguir mi sueño. Que era estar en una guerra por la independencia y con un General tan valiente y bueno como Don José de San Martín.
NUNCA DEBES QUE DEJAR DE SEGUIR TUS SUEÑOS!!!
Por Julieta Olascoaga 5to A
No hay comentarios:
Publicar un comentario