lunes, 22 de agosto de 2011

Los hermanos de Santa Claudina, un ejemplo de perdón...

          “Perdona como nosotros perdonamos”   
             

                  Lentamente los vi caminar en fila hacia un paredón, una fría brisa estremeció mi cuerpo indicándome el sufrimiento que luego llegaría. Dos tristes miradas le dieron la bienvenida al llanto, mis piernas no soportaron la pesadez de aquel momento y sosteniéndome de un viejo farol logré mantener el equilibrio, pues eran mis hermanos, mis compañeros de vida los que caminaban hacia aquel oscuro y frío paredón.
                   Yo aún con mis manos sobre mi único sostén busqué con mis ojos sus miradas. Algo en mí acongojado y vacío corazón me dijo que tenía que hacer algo, pero mi cabeza no me dejó escuchar las palabras de mi interior y me sopló al oído:-si interrumpes este momento te mataran también a ti-. Las palabras de mis hermanos cortaron aquellos pensamientos “¡Gladis, la carta en mi zapato!” escuché que decía con voz amarga y penosa, Luis Antonio.         
                   Tomé el amarillento trozo de papel, lo abrí y antes de que pudiera leerlo dos voces ahogadas y entrecortadas llegaron a mis oídos “¡Perdona como nosotros perdonamos!”Gritaron, seguidos por un estruendoso ruido de fusil. La imagen de María al pie de la cruz de Jesús cruzó rápidamente mi cabeza. Habían muerto… ¡Que Dios bendiga a mis queridos hermanos!
                     
                                                                           Fabiana M. 5to año 2009

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