Un día de septiembre, cerca de mi casa,una iguana llamada Felipe iba por la calle cuando de pronto se encontró con su peor pesadilla, Ramón, un perro. Cuando Felipe lo saludó, le dijo
-Hola Ramón .
Pero Ramón el perro, con cara de perro le respondió:
Felipe que era un iguana sin pelos en la lengua le contestó:
-Éste es mi territorio y si quieres no te lo comparto.
Ramón enfurecido le dio un mordisco y se armó una pelea. Luego, cuando terminaron, Felipe salió con sin una pata y Ramón sin la cola. Felipe se metió adentro de una alcantarilla y se quedó ahí por un día entero muy aburrido y lastimado.
A la mañana siguiente el de desayuno se comió varias moscas y se fue. Más tarde, como a las 3:30 hs estaba caminando por la calle cuando una niña la agarró y la llevó con su madre. Le dijo que tenía una nueva mascota. De nombre le puso justamente el que siempre había tenido: Felipe.
La niña se llamaba Marina. Marina lo cuidaba muy pero muy bien. Lástima que Felipe quería ser libre. A veces miraba hacia afuera porque extrañaba la calle. Una noche decidió salir por la ventana y escaparse. Cuando lo hizo se encontró con el perro Ramón, se perdonaron pero eso no iba a durar. Felipe se quedó en la calle dormido toda la noche. Luego cuando se despertó escuchó el grito desesperado de Marina cuando vio que él no estaba. Entonces regresó. Su nueva dueña, después de un largo rato de llorar; al verlo se puso recontra feliz. Felipe decidió quedarse a vivir allí porque no quería que se sintiera mal. Además de que lo cuidaba muy bien. A la mañana siguiente, Felipe había vuelto a desaparecer. Luego de tanto buscarlo Marina lo encontró. Estaba sin vida y con muchas mordeduras en el cuerpo.
Cuando se hizo de noche, Marina bastante triste pensó y dijo: No importa que te haya pasado esto, siempre te tendré en mi corazón, y luego con algunas lagrimitas rezó por él.
Bauti Dal Masetto 6to
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