Puedo hacer lo que quiera!! Puedo?? Para pensar en familia...

LOS ADULTOS, LO HACEN PARA CUIDARNOS

                  Había una vez, un niño, cuyo nombre era Santi. Él era muy creído y arrogante, nunca les hacía  caso ni a los padres, ni a ningún adulto que se tuviera que ocupar de su educación.
                       Un día, Santi fue al colegio, bueno no fue tan diferente a los otros días, sólo que esa mañana se quiso subir al techo. Él siempre había soñado con subirse, pero nunca lo dejaban.
                      Cuándo estaba por la mitad de la subida, la maestra de Santi lo retó y le mandó una nota a su casa.            
                      Obvio que sus padres lo retaron y lo mandaron a su cuarto sin comer. Esa noche, esa mismísima noche, Santi  encontró entre su ropa un caramelo. El caramelo tenía una nota que decía:
-   Pide un deseo, cualquiera.
 Y por su curiosidad lo comió.

                    Como él estaba muy enojado, pidió que los adultos lo dejaran hacer lo que él y sus amigos quisieran, eso quería decir que sus padres también y todos los adultos se volvieran medios...¿¿cómo decirlo??  TONTOS!!!!!!!!!!!!!
                   
                Al otro día, Santi tiró un papel al piso y nada sucedió. Después comió con las manos y tampoco le ¡¡dijeron nada!!! Después fue al colegio y como tal, caminando, no cantaron Aurora a la bandera ni ¡rezaron a Jesús y a María!! ¡Se quedaron todo el día en recreo, pero Santi se peleó con un compañero por solo decir:
- ¡¡ quiero trabajar!!
Y se agarraron a piñas con todos porque nadie más que él quería trabajar.
               Una chica muy buena los quiso separar y al instante la dejaron en el piso. Ésa noche Santi le pregunto a su padre:
-Papi, ¿¿Cómo pudiste trabajar como director?? Y  él respondió:
 - ¡¡¡¡Nadie trabaja aquí!!!!
Entonces se fue a dormir.
                 A la mañana siguiente Santi pensó:

-me voy a subir al techo. Nadie me va a retar, qué copado!!
                Entonces, se subió al techo pero cuando estaba por la mitad se cayó y se cortó la mano y se quebró  el pie.
               Bueno eso suponía, él lloraba y lloraba, no paraba más. Pero cuando dejó de llorar, una piedra se abrió tipo un vórtice y todo volvió a la normalidad. Sólo que Santi ya no se portaba mal.
               La primera frase que dijo fue:
 -¡¡¡Los amo, mamá y papá!!

                                           Trini Roldán 5to