El mito del amor
Hace mucho tiempo, en una isla, había un hombre y una mujer llamados Benjod y Tantibel que estaban profundamente enamorados.
Benjod era fuerte, alto, hermoso, con pelo negro claro y tenía el corazón más grande que el de 4 elefantes juntos.
Tantibel también era muy hermosa. Tenía el pelo largo, brillante y castaño. A Benjod le gustaba por su belleza, pero lo que más lo enamoraba, era que ella no se dejaba controlar por los habitantes de la isla excepto a veces por Macho y Philips.
Macho era un cavernícola que siempre estaba en líos con Philips. Philips era un pequeño nomo muy divertido y liero.
Cada vez que Macho y Philips molestaban a Tantibel, cosa que ocurría bastante seguido, Benjod los golpeaba duramente con sus herramientas de trabajo o con sus fuertes puños. Muchas veces hubo otros que los tuvieron que separar.
Tantibel y Benjod aunque se amaban tenían tanta vergüenza de expresar lo que les sucedía que no se animaban a hablar en público ni de mirarse por el lapso de tan solo 10 segundos. Así que imagínense que si no se podían hablar ¿Cómo se podrían decir “TE AMO”?
Sus respectivos amigos los molestaban para que expresasen su mutuo sentimiento pero ellos, nada.
Un tiempo después, más precisamente una mañana de septiembre, cuando empezaba la primavera; a Benjod y a Tanibel les encargaron que hicieran unos carteles para iniciar la búsqueda de Los Mallos. Por ellos se ofrecían en toda la isla un millón de pesos isleños como recompensa.
Benjod habló con Tanibel para que compartiera con él el carbón, las piedras y los palos necesarios para escribir los carteles de búsqueda. Entonces se animaron tímidamente a empezar a hablar.
Para que entiendan Los Mallos eran dos pequeños ladrones, muy amigos de Macho, Philips y de un tercero llamado Unuja. Para que sepan Unuja no participaba en los robos aunque también era buscado.
Unuja era un gigante muy conocido porque practicaba jabalina gigante, deporte típico de la isla pero esa es otra historia que más adelante les relataré.
Tantibel y Benjod estaban cansados, hartos y enojados de que los molestaran y entonces fueron con las viejas sabias de la isla llamadas Zarop y Aidloc. Les preguntaron cómo podían hacer para vencer su miedo. Claro, como entenderán los lectores, fueron por separado porque tenían vergüenza de que los vieran juntos. Las sabias respondieron como era de esperar con sabias palabras:
Sólo podrán vencer su miedo de hablarse en público enfrentándolo.
- ¡Gracias!
Dijeron los enamorados que finalmente se habían encontrado en lo de las ancianas sabias, mientras se levantaban y se iban.
A la mañana siguiente los dos se despertaron y recordaron lo que les habían dicho las sabias. Llegaron al trabajo y se despidieron diciéndose te amo y besándose. Todos quedaron sorprendidos, con la boca abierta y gritaron: bien, sí, sabíamos que lo lograrían.
10 años más tarde
Benjod y Tantibel se casaron. Qué alegría, al final todo se resolvió. Todos cooperaron y no los molestaron más. Vivieron felices para siempreJ, hasta su muerte por supuestoL.
Águstín Micchia 6to
Agustín, te superaste!!Felicitaciones, te estás convirtiendo en novelista!!
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