Punto de vista: Un infante del ejército de San Martín

                  Soy uno de los infantes del ejército de San Martin. Entré a los 17 años, ya a los 18 me fui a la batalla de San Lorenzo.             
                 En el momento que los realistas empezaron a acercarse yo temia morir entonces San Martin me dijo que no les temiera. Cuando pasó la batalla me desmayé en el mismo campo de batalla. Estaba viendo en mi mente lo que habia pasado veía el momento en el que el soldado Cabral estaba ayudando a San Martin a salir debajo del caballo. San Martin atorado. Cuando Cabral sacó a San Martin le pegaron un tiro y sus últimas palabras fueron:
"Muero feliz  hemos bencido a los realistas."

                  San Martin me preguntó :
 - Hijo ¿Cómo te llamas?
 Y yo emocionado le respondí:
- Me llamo Máximo Juan Francisco de Sia, mi General. 

                                    Cuando pasó un tiempo el ejército de San Martin se dirigió a los Andes, por supuesto fui uno de ellos.Tenia 5.000 infantes además de mí, 1.129 granaderos a caballo, 22 cañones, 1.600 caballos y 9.959 mulas, cañones, comida, ropa,cargas de cañon y de bayoneta. Además cada caballo tenia un sable.
Los Andes median 6.959 metros del nivel del mar. El ejército estaba a 3.000 metros.
                      El plan de San Martin era aniquilar a las fuerzas realistas en Chacabuco San Martin ideó un plan por eso nunca dejó de  impartir órdenes precisas. El ejército nuestro debia caer en la distracción del ejército chileno. Íbamos tranquilos, liderados por el  libertador.

                     San Martin se propuso ganar la batalla de Chacabuco su idea era que uno de sus generales, O´Higgins debia  cumplir a rajatabla sus instrucciones para salir victoriosos. Se produjeron algunos combates, el golpe final se acercaba. Mi arma fue una bayoneta.El combate se hizo de manera feroz, los patriotas destruyeron a las tropas realistas murieron 500 hombres del bando realista y hubieron 600 prisioneros de guerra. Eso pasó en febrero doce de 1817.   Y yo estuve allí.                                                            
 
 
                               Por Giovanni Sia 5to B